Da igual el tamaño del avión. Da igual que nos montemos en un Airbus A 350 para ir a otro continente o en una pequeña Cessna para dar una vuelta turística. Cuando nos montamos en un avión para viajar a otro lugar damos por hecho muchas cosas.
Damos por hecho que los pilotos que van a comandar la nave tengan su titulación en regla y cuenten con experiencia previa; que su formación está actualizada; que el avión en el que vamos a volar haya pasado sus revisiones de mantenimiento; que las condiciones climáticas del trayecto no sean adversas; que se han repostado completamente los tanques de combustible; …. Ni se nos ocurre pensar que no se hayan comprobado todos estos procedimientos. El avión sale del punto A y llega al punto B sin ninguna incidencia o complicación. Los controles son constantes. Y no solo antes del despegue. También durante el vuelo y el aterrizaje. Están en juego muchas vidas y una considerable cantidad de dinero.
Lo mismo ocurre en todas las empresas. Da igual su tamaño. Cada año salen del punto A y quieren llegar al punto B. Las medianas y grandes empresas tienen perfectamente claro cuál es ese punto B al que quieren llegar y llevan a cabo todos los controles para asegurarse de ello. Por desgracia la mayoría de las micropymes, no. Y no solo es que no sepan el punto al que quieren llegar, es que ni siquiera se preparan para saber si la ruta que siguen es la correcta o van en rumbo de colisión. No hacen ningún control ni al principio del ejercicio ni durante el mismo. Se guían por impulsos.
Las micropymes son el tejido empresarial mayoritario en España. Se consideran micropymes las que tienen menos de 10 empleados y su facturación inferior a 2 millones de euros. Según el INE, en 2019 había 3.414.966 empresas. El 95,37% tenía menos de 10 empleados.
- Sin empleados: 1.905.186 (autónomos en su mayor parte).
- De 1 a 2 empleados: 916.871
- De 3 a 5 empleados: 307.466
- De 6 a 9 empleados: 127.447
- De 10 a 19 empleados: 83.107
- De 20 a 49 empleados: 47.638
- De 50 a 99 empleados: 13.808
- De 100 a 199 empleados: 7.292
- De 200 a 499 empleados: 4.125
- De 500 a 999 empleados: 1.094
- De 1.000 a 4.999 empleados: 786
- Más de 5.000 empleados: 146
Actuar por impulso es propio de nuestro carácter. Pero no es lo aconsejable. Es frecuente encontrarnos con gerentes de micropymes, incluso de éxito, que desconocen por completo las finanzas de su propia empresa. No hacen ningún control y desconocen el importante volumen de información que su propia empresa les genera y que están desaprovechando por no tener formación para gestionarlo.
La formación en gestión financiera debe comprender, como mínimo, cinco grandes bloques:
- Entender el balance de mi empresa
- Análisis Económico y Financiero
- Análisis de inversiones y proyectos
- La financiación externa
- Planificación Financiera
Entender el Balance de mi empresa no significa aprender a llevar la contabilidad. Consiste en entender cómo se ordenan las cuentas y lo que significan. Esa ordenación de cuentas tiene un por qué y comprenderlo nos sentará las bases para poder tomar decisiones con solvencia en el futuro. Entenderemos por qué conceptos tales como Activo y Pasivo Corriente y No Corriente, Recursos Propios, Inmovilizado, Amortización, así como las distintas masas patrimoniales son nociones imprescindibles que debemos conocer.
El análisis económico y financiero nos dirá cómo hemos llegado hasta hoy en nuestra empresa, cómo y por qué estamos en la situación (buena o mala) en que nos encontramos actualmente. Es igual que un análisis clínico pero hecho a nuestra empresa. Nos saldrán los resultados, que habrá que interpretar, y podremos tomar decisiones correctas para solucionar muchas de las debilidades importantes de nuestra empresa. Conceptos como ROA, ROI, Punto de Equilibrio, Liquidez, Solvencia, Fondo de Maniobra o Necesidades Operativas Financieras son imprescindibles y deben ser conocidos.
El análisis de inversiones y proyectos nos preparará para decidir si acometemos nuevos retos. Algunos conceptos, como el VAN y TIR, son fáciles de calcular y nos ayudarán mucho.
La financiación externa es muy amplia y debemos conocer sus características, pros y contras para saber cuál es la que mejor se adapta a nuestras necesidades. Desde lo tradicional como préstamos y créditos hasta factoring y confirmig pasando por descuento de pagarés. Unos financian nuestro circulante y otros financian nuestro inmovilizado.
La Planificación Financiera es el paso inmediatamente posterior tras la definición de nuestros objetivos. Si hemos decidido salir del punto A y llegar al punto B en plazo de uno o dos años, debemos planificarlo. Hay que coger lápiz y papel y plasmar nuestros pagos y cobros. Es lo que nos dirá si vamos con buen rumbo o podemos equivocarnos.
En el Instituto de Formación Financiera formamos a los empleados y gerentes de pymes y micropymes para que puedan entender las finanzas de su empresa y tomar decisiones con solvencia. En nuestro programa de Gestión Financiera para Pymes partimos de cero por lo que no necesita conocimientos previos y está enfocado en los puntos verdaderamente importantes para controlar las finanzas.
Próximamente comenzamos nuevos grupos. Si estás interesado en formarte con nosotros puedes ponerte en contacto a través de los canales que encontrarás en nuestra web www.institutodeformacionfinanciera.es